¿Qué te aporta el yoga cuando eres mayor?
La práctica de yoga cuando una persona está con un buen estado físico aporta muchísimos beneficios, pero que pasa cuando ya tenemos una edad, ¿podemos igualmente beneficiarnos de la práctica del yoga? ¡Absolutamente! El yoga nos aporta una mayor movilidad articular realizando una práctica que esté adecuada a nuestro estado físico y a nuestra capacidad. ¿Cuáles pueden ser los beneficios? Según cuentan los practicantes que ya están asistiendo a clases algunos de ellos son: Mayor movilidad articular, es decir cada vez se pueden mover mejor. Mejor calidad de sueño ya que la práctica de técnicas de relajación preparan al cuerpo y la mente para permanecer en un estado de mayor serenidad. Mejor estado de ánimo, ya que mejora la autoestima al comprobar los practicantes que cada día pueden realizar los ejercicios de modo más cómodo y más fácilmente y también en su vida cotidiana consiguen una mejor movilidad. Pero además aporta una mayor equilibrio a nivel emocional ya que la práctica de las distintas técnicas de respiración van poco a poco re-equilibrando el sistema nervioso. ¿Es la misma práctica para todos los participantes? Evidentemente no; es imprescindible respectar nuestro cuerpo y eso significa que no todo podemos hacer lo mismo ya que si lo hiciéramos podríamos perjudicarnos. Por eso es tan importante comentar con la profesora aquellas dolencias que padece cada practicante cuando empieza la clase y así se establece un estado de conocimiento que permita tanto a la profesora como al alumno modificar aquellas asanas o posturas que les son favorables. ¿Qué no debemos hacer durante la clase? No debemos intentar copiar lo que hace el compañero o compañera, ya que como cada cuerpo tiene unas características particulares lo que es bueno para uno puede no ser adecuado para otro. No debemos intentar rebasar los límites de nuestro cuerpo, no es tan importante cuanto hacemos sino como lo hacemos. La actitud de atención mental en la práctica, sintiendo el cuerpo, las sensaciones y las emociones es fundamental para que cada practicante disfrute de la clase y salga de ella sintiéndose bien y renovado interiormente. Y en esta actitud la edad no es la clave. Si no practicas yoga ya, no dejes de probarlo, tenga la edad que tengas nunca es tarde para empezar.