¿Para qué practicar Yoga? 

Seguro que habrás escuchado infinidad de veces esta pregunta y dependerá de lo que tú necesites en cada momento así que lo mejor que puedo hacer es explicarte por qué empecé yo a practicar yoga.

Esta fue mi historia:

A principios del año 2000 (Ya llovió y bastante) yo trabajaba 10 horas diarias con unos niveles de estrés tremendos que en su momento no supe calibrar.

Así que mi cuerpo lo hizo por mi impidiendo que moviese el cuello y el brazo derecho de la cantidad de contracturas crónicas que había desarrollado y éstas me llevaron a estar 3 meses de baja médica con rehabilitación de fisioterapia.

Cuando finalicé la rehabilitación el médico que me atendía me dijo muy en serio lo siguiente:

“Ya estás buscando una actividad que te permita movilizar tu espalda y reducir el estrés porque de no ser así en un par de años no moverás el cuello para nada”

Esto encendió la voz de alarma en mi cabeza, así que empecé a preguntar y me dijeron que el yoga me vendría bien.

En aquel entonces mi concepto del yoga era bastante rocambolesco por desconocimiento así que le pregunté a uno de mis clientes de confianza que en alguna ocasión me había dicho que practicaba yoga donde lo hacía para ir a un lugar donde me enseñaran adecuadamente.

Cuando empecé a practicar yoga tenía 36 años, mi respiración era de supervivencia, mi musculatura estaba atrofiada y mi movilidad tan reducida que parecía que tenía 20 años más de los que en realidad cumplía por mi nacimiento.

Ahora siempre le cuento a mis alumnos que aprender a movilizar el diafragma para respirar abdominalmente me llevó 3 meses de práctica diaria y se quedan sorprendidos.

Desde aquel entonces y poco a poco con cada día de práctica iba aprendiendo a conectarme con el cuerpo, con la respiración y con las sensaciones de relajación.

Cada vez me sentía más y más cómoda.

Upavisthakonasana

Upavisthakonasana

Cada clase era una nueva oportunidad de seguir conociéndome a nivel físico y mental y a pesar de que en muchas ocasiones cuando salía de trabajar lo que menos me apetecía era ir a clases; por muy cabreada que estuviese, cuando salía la sensación a nivel mental era que los problemas se habían esfumado, solo estaba mi cuerpo cansado pero relajado al igual que mi mente.

Desde entonces descubrí y sigo descubriendo cada día porqué practico yoga y por qué lo enseño.

¿Y tú, por qué practicas o quieres practicar yoga? Te lo has preguntado.

Te invito a participar en una de mis clases de yoga gratis y después decides si te apetece continuar.

¿Te apuntas?

Centro Social de Coia – C/ Cangas nº 1B- 36209 – Vigo.

Para participar en una clase gratis por favor rellena el siguiente formulario y concretamos horario y día.

Error: Formulario de contacto no encontrado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario