Dolor y Movimiento. Neurobiología del Dolor

Cómo una mejor postura corporal mejora tu salud.

Mejorar tu postura corporal es parte fundamental para mejorar tu salud.

La mejora de tu salud no solo depende de una buena alimentación, de unos hábitos de ejercicio saludables, sino de que tomes conciencia de la influencia que la postura corporal tiene en el conjunto de tu salud. 

 

Empecemos por responder a la pregunta

 

¿Qué es una buena postura corporal?

 

Un buena postura corporal es aquella que respeta las curvas naturales de la columna vertebral.

Es decir, hay una curva en la zona baja de la espalda –zona lumbar

Hay una curva natural en la zona media – zona dorsal

Hay una curva natural en el cuello – zona cervical 

Esta curvas son las necesarias para que nuestro cuerpo pueda mantenerse de pie en equilibrio. 

De echo, cuando nacemos estas curvas aún no se han formado y hasta que no se configuran no somos capaces de ponernos de pie ni andar. 

 

“A lo largo de nuestras vidas, nuestras articulaciones y ligamentos se vuelven menos elásticos y menos adaptables a una buena postura, lo que eventualmente puede conducir a compresión de los nervios o la médula espinal, poca tolerancia a la actividad física y dolor crónico”, dice Praveen Mummaneni, cirujano de columna de la Universidad de California en San Francisco. 

Una buena postura no sólo ayuda a evitar estos problemas, sino que también proporciona beneficios como  una mejor coordinación, un mejor equilibrio,  más energía, una mejor cognición y una mayor confianza. 

Vamos a detallar lo que se considera una buena postura de pie: 

 Los pies deben estar separados a la medida de  la pelvis (crestas ilíacas) con las rodillas desbloqueadas, las rodillas alineadas, los hombros ligeramente hacia abajo y hacia atrás, y las orejas directamente sobre los hombros.

 “Si estás de pie, tu peso debe estar distribuido uniformemente en cada pie” y para constatar que está  todo tu peso bien distribuido es importante que observes 3 puntos de apoyo: 

  1. Peso en el extremo externo a la altura del dedo meñique. 
  2. Peso en el metatarso del dedo gordo del pie.
  3. Peso en el centro del talón. 

 

 

La postura adecuada es una postura en equilibrio, flexible, armoniosa.

Posicion-Anatomica.

La postura mejora la respiración y el estado nervioso

La postura de la espalda tiene mucha influencia en que podamos realizar una respiración adecuada.

Ten en cuenta que el principal músculo de la respiración es el diafragma. 

Si la escalpa está encorvada y el pecho hundido, el diafragma no tiene espacio para la movilidad, y por lo tanto el movimiento respiratorio se desplaza hacia la parte alta del pecho. 

La respiración diafragmática es una respiración de movimiento abdominal amplio, que a su vez, facilita un masaje al corazón, y como ha descubierto la neurociencia, este ritmo lento de la respiración abdominal, produce un ritmo cardíaco regular y armonioso.

Este ritmo cardíaco lento, incide según ha descubierto la neurociencia, en la conexión corazón-cerebro y facilita que el estado mental se calme. 

 

“Dolor y movimiento.  Neurobiología del Dolor”

La respuesta de dolor en el movimiento está basada sobre  el error de un cerebro hiper-vigilante en un organismo sano, sin daño.

El dolor cuando no hay un daño actual a nivel celular (necrosis) o de tejidos que han sufrido un trauma (golpe, rotura etc), quemadura o abrasión física o química y que ya se han curado, es el  resultado de un “cerebro equivocado  en un cuerpo sano”
Así sucede en muchas enfermedades llamadas crónicas, o dolores crónicos  y de zona lumbar etc.

Ejemplos de enfermedades que según el neurólogo Dr. Arturo Goicoechea son el producto de una decisión errónea del aviso de dolor por parte de nuestro cerebro:

Migraña – Fibromialgia – Asma – Dermatitis Atópica – Cistitis Intersticial – Colon Irritable – Dolor de Artrosis

En realidad lo que existe es la señal equivocada “El Dolor”,  como programa que se activa por el cerebro en previsión de un posible daño actual o inminente para que este dolor avise al individuo, y éste de  tome las medidas de restricción necesarias para evitar ese “daño previsible o hipotético”

Este concepto es complejo de entender en principio, y se produce debido a la gran cantidad de información errónea que recibimos los individuos en muchos casos por parte de los profesionales de la salud  a través del  “Efecto nocebo” o por la socialización y el aprendizaje recibido en nuestro entorno familiar, social etc.


Como podréis leer en su blog

“La Biología es memoria, huella del pasado que condiciona el futuro.

Dr. Arturo Goicoechea


Cada escenario, cada acción, guarda memoria de lo que el pasado generó.

“Nuestro organismo predice sobre la base de la evaluación que ese pasado fue tejiendo”. 


Y el resultado es que con esa evaluación, nuestro cerebro hace hipótesis sobre el futuro inminente y realiza cálculos de probabilidades sobre dichos escenarios hipotéticamente peligrosos.


Como conclusión, pone en funcionamiento algunos programas como el del “dolor” para así evitar ese posible resultado de peligrosidad para la salvaguarda del individuo.


Esto sucede en la “neuromatriz del dolor”


La denominada “neuromatriz del dolor”, es el conjunto de áreas neuronales activadas cuando duele, es en realidad la neuromatriz evaluativa.


Y llegados a este punto es posible que os surja la pregunta:


¿Qué tiene que ver esta teoría sobre el dolor con la práctica de yoga?


Pues mucho, yoga es movimiento ….

Resulta que el dolor sin daño también está presente en el movimiento articular y neuromuscular por supuesto.

Cerebro hiper-vigilante en un organismo sano, sin daño.

Cuando una persona se incorpora a mis clases de yoga lo que primero le pregunto es si tiene alguna lesión muscular o articular para cuidar que su práctica de yoga no le resulte perjudicial.

Y en muchas ocasiones me cuentan sus problemas: muchos de ellos son desde hace mucho tiempo y que en realidad no tienen incidencia en la actualidad, pero ahí aparece la memoria del dolor (por si acaso…)

Tengo una hernia desde hace años y me duele a veces ….
Me duele la rodilla desde hace tiempo, pero no tengo nada roto ….
Me duele el cuello con frecuencia, es tensión ……
Me duele la zona lumbar algunas veces pero no tengo nada…..

La experiencia del dolor ha generado una memoria de respuesta biológica y neuronal, y es esa memoria la que pone en marcha el programa de defensa del dolor, porque ante la posibilidad de que duela, casi mejor no lo muevo.


Y empieza la pescadilla que se muerde la cola….


“Si mi cerebro tiene previsión de que se producirá daño, mejor defenderse y evitar el mover la zona.


Cuando no la muevo más se refuerza el miedo y más previsión de dolor, así que mejor adopto la estrategia de  evitación


Esta falta de movimiento lejos de protegernos, lo que hace es producir más inmovilidad y más daño, ya que el cuerpo dejará de nutrir dicha zona y de mantenerla en buen estado.


¡Si no se utiliza, no es necesario mantenerla en buen estado.


La experiencia de dolor sin daño,  es tan frecuente en los alumnos y en mi misma que es en realidad lo que me ha llevado a realizar la formación hace algunos días sobre “Dolor y movimiento”


Quería entender cuál es el proceso que se produce en nuestro cerebro en relación al dolor de lesiones antiguas, ya curadas y que persisten desatando ese programa neuronal defensivo de miedo y evitación del movimiento.


Como escribe el Dr. Goicochea en su blog:


Eliminar el dolor innecesario, improductivo, exige modificar lo codificado en común. Hay que conseguir la evaluación de “inofensivo” en las acciones deseadas.

Hay que trabajar el conjunto.– Levántese sin miedo. A su columna no le sucede nada que justifique el dolor, ese patrón motor precavido, disfuncional.– La acción está protegida, penalizada.


El organismo anticipa la valoración vigente sobre esa acción y, de modo automático, activa el fundido de ideas, percepciones, temores y programa motor que expresa esa evaluación.


Es probable que todo lo explicado choque con lo aprendido anteriormente.
Así que es cuestión de prestar atención, y desaprender sobre esa señal de dolor equivocada de nuestro cerebro.


Y para hacerlo podemos trabajar desde la visualización del movimiento antes de realizarlo.


Le daremos así  la oportunidad a nuestro cerebro de un nuevo aprendizaje,  que el dolor no es necesario en esta ocasión, no hay daño presente ni previsible en este movimiento.



“Solo hay memoria y aprendizaje de evitación del movimiento y  del dolor”


Yo os invito a  leer su libro “Migraña, una pesadilla cerebral” donde el neurólogo de forma amena simula una consulta con una paciente y con los residentes de neurología.

A través de esta consulta, va describiendo todo el proceso de aprendizaje sobre el dolor y desgranando el proceso de desaprender para modificar la puesta en marcha de dicho programa de dolor.

El dolor igual que se aprende, se desaprende y si necesitas desaprender el movimiento consciente te va a ayudar en dicho camino.

 

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