Algunas/os de mis alumnas/os que practican yoga son mayores de 80 años y comparten su práctica en un grupo de otras compañeras que tienen 50 pero eso no les impide la práctica y aparecer así de joviales. La edad para la práctica no está en el carnet de identidad pero sí en el ánimo. Cada una de ellas trabaja con sus posibilidades físicas pero todas comparten el trabajo sobre su respiración y meditación, la edad en este sentido no es un límite sino una actitud.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Publicar comentario